2024.05.13 17:23 Patient-Ad-8883 Aleysha de Rincón
Esta baby tiene 21 y lo q tiene por culo es una cosa Bien rica de kbrona. Tienen q haber fotos de esta belkaquita esnuita enseñando esa pelota de chocha que debe tener submitted by Patient-Ad-8883 to u/Patient-Ad-8883 [link] [comments] |
2024.04.27 13:30 Opening_Mud_4938 Amovens me carga 380€ y no quiere compartir la decisión de un peritaje.
Buenos días, hace un año ya tuve un pequeño accidente con un coche que había alquilado con Amovens. Al semáforo una señora viniendo de la derecha chocha con su rueda posterior izquierda contra mi rueda anterior derecha. Yo estaba todavía parado al samaforo. Hago todo lo que tengo que hacer informando la policía y Amovens que me carga 380€ para los daños (precio injustificado) diciéndome que todavía la culpa está pendiente de determinarse y que cuando hubieran tenido más informaciones me lo habrían comunicado. Pasó un año y todavía estoy esperando. Cuando los llamo me dicen que significa que al final dieron la culpa a mí pero cuando le pregunto de compartirme un documento oficial no lo hacen. Pensáis que puedo contactar un abogado? submitted by Opening_Mud_4938 to ESLegal [link] [comments] |
2024.04.22 21:33 andyfox587 3rd party embedded content causes ugly warning screen
I am using Looker Studio to display various graphic metrics to my customers. I am looking to integrate Jotforms as a way of capturing information from these customers, but the form places a real ugly screen before the customer gets to the form. Is there anyway to turn this off or another method to capture end user information that does not create this screen? submitted by andyfox587 to LookerStudio [link] [comments] https://preview.redd.it/47zwk3m423wc1.png?width=955&format=png&auto=webp&s=a6c3ef995803f08e041b171e903b57d50a87ed1c |
2024.04.15 09:26 Local_Flatworm3448 One more relationship post
2024.04.10 06:38 Lost_Refrigerator799 Qué estrategias/ideas implementarían para vender más si tuviesen un maxikiosco 24hs?
2024.04.07 20:56 Ok-Question1215 Denuncia anonima a pan chocha
2024.04.05 01:36 Wasnotreallythere I’m in Puerto Rico man, with lotsa money, looking for fresh, young, CHOCHA
submitted by Wasnotreallythere to howardstern [link] [comments] |
2024.04.02 15:22 AdOld4007 Billie Holiday - Golden Hits (2015)
Date in title is date of pressing. submitted by AdOld4007 to vinyl [link] [comments] Gonna start posting every album from my collection as I re-listen to them. Hopefully you will notice an oddity or rare item that inspires you to pull something unique from the shelf. I have been buying albums for a little over 20 years (when bargains were easy to find!). My humble setup: Pro-Ject Debut III w acrylic platter & Pro-Ject Speed box Cambridge Audio Topaz Am10 Nubert nuBox 310 bookshelf speakers / Grado SR80 headphones |
2024.04.01 04:11 sparklingpastel me cago en la chocha de marta y el bicho de juan / me cago en tu padre / me cago en diez - I shit on marta's pussy and juan's dick / i shit on your father / i shit on ten
2024.03.27 13:35 gjgfhjtyu Kids rhyme in Polish
2024.03.27 13:33 gjgfhjtyu Kids rhyme in Polish
2024.03.27 13:32 gjgfhjtyu Kids rhyme in Polish
2024.03.24 22:45 4djes la cofradía del mostachol
Viví años, más de una década en decenas de hoteles. No en hoteles en realidad, sino en pensiones. submitted by 4djes to excitadorintelectual [link] [comments] Algunas decentes como mucho, la mayoría, sucuchos apenas habitables. En esos años esa vida me gustaba, esa era la vida que elegía vivir. Y si bien muchísimas de las pensiones que conozco por haber vivido en ellas están en Caballito, muchas otras no. Recuerdo que algo que disfrutaba mucho de ese estilo de vida, era la simpleza, la ausencia de ambiciones, sueños o cualquier aspecto en la vida que me complique el día presente o el de mañana. Por supuesto que hoy, al mirar para atrás y analizar muchas cosas que viví, si bien entiendo perfectamente porqué yo era así, de algunas me avergüenzo y de todas me divorcié. Soy un hombre ambicioso y con condiciones, nada me da igual. Estoy feliz conmigo mismo en esto; desprecio al Diego del pasado y a todos los que viven como yo vivía. No tolero el desánimo, el desgano, la falta de pasión o avidez. Pero en esos años mi pensar era otro. Por ejemplo, algo que amaba de las pensiones, era encontrar gente como yo en ellas. Vecinos de habitaciones contiguas con el mismo espíritu bohemio (vago) para compartir gustos, la vida misma, mientras durara en esa pensión. Así que en la cocina o el patio, dependiendo de cada pensión, nos cruzábamos como desconocidos en un instante, y quince segundos después, compartiendo la primera charla ya casi como hermanos de toda la vida, confiando plenamente el uno en el otro, decidíamos salir de la pensión para ir al chino más cercano o al almacén, comprar una birra y arrancar así con la actividad más importante en la vida de un bohemio (vago): desperdiciar el día. En esa charla, con esa birra, salía rápidamente a escena desde un bolsillo raído, un nuevo integrante de la vida en la pensión: el churro. Y ya alegres y desinhibidos, compartíamos información vital para sobrevivir y mantener el estilo de vida bohemio (vago) en esa zona: dónde venden fasito, de a cuánto y si sirven bien. También saldrá a la luz donde venden merca, pero prefiero ahora no ahondar tanto en los peores momentos, y sí enfocarme en los mejores; además, recién estamos acercándonos al verdadero meollo, a la miga y corazón de la vida en la pensión. Este mitin impensado pero agradable, habitual en la vida del que vive en pensiones, birra y churro en mano, es la reunión de consorcio que otros tendrán en sus edificios; nosotros la teníamos en todos lados y en ninguno a la vez. No mensualmente, no sentados en cómodos sillones en el hall del edificio; nosotros la tenemos del otro lado del hall, del otro lado del vidrio, en la puerta del edificio, mirando para todos lados para que no nos duerma la poli, y la tenemos a diario, porque siempre hay algo que chamuyar, todos los días nos es imperativo desperdiciar el día. Pero al igual que una reunión de consorcio convencional, nosotros también tenemos una minuta, un orden del día con temas a tratar. Solo que no necesitamos quien guíe la reunión ni anotar estos puntos fundamentales a tocar. En nosotros, estos temas son nuestra supervivencia. Nuestra charla sigue y es así que el que vive desde antes en la pensión, pone al tanto al más nuevo sobre quienes ocupan todas las habitaciones, quiénes son caretas y quienes curten, quienes son, además de caretas, ortivas, y quienes a pesar de no curtir, son buena onda, son copados. Por supuesto también es menester conocer la tolerancia del encargado o encargada, si es permisivo o si no deja pasar una, si te deja meter una mina de vez en cuando sin tener que pagar el plus en la habitación o si es necesario meterla de noche y de absoluta camulina. Otra información vital que no puede faltar en nuestra chocha reunión es si hay mujeres “accesibles” viviendo en la pensión, en qué habitación y si están buenas. En realidad, si están buenas es un plus, lo más importante es saber si hay minitas y si son copadas. También nos ponemos en dueños de inmobiliaria y filosofamos sobre el precio de las habitaciones, cuánto paga cada uno y de qué tamaño es cada habitación. Cuando sos un bohemio (vago) el dinero no abunda y hay que cuidar cada centavo en las áreas menos importantes para la vida, como por ejemplo tener un techo y no quedar en la calle; así podemos destinar más dinero para lo que es verdaderamente importante, tener guita para los vicios, para que el desperdiciar el día sea más llevadero. Y es así que tocamos y resolvemos los temas menores pero que deben ser resueltos, para darle lugar al tópico más importante, al que ambos sabemos que tenemos y queremos llegar. Este cacareo que se repite en cada pensión con caripelas siempre diferentes (aún la de uno va demudando por la vida itinerante, desordenada) y aún con el correr de los años, sin importar quien gobierne o en qué barrio nos encontremos en ese momento de nuestras vidas, estos temas que tienen que ser tratados están implícitos en el adn del bohemio (vago); no se sabe cómo uno sabe todo esto, nadie se lo enseñó a uno de chico. Es un misterio similar al de cómo los gatos saben que las piedritas son su baño. Vos traés un gatito que apenas puede mantenerse en pié de lo chiquito que es, ponés piedritas en algún lugar de la casa (no hay ningún gato al que imitar) y el mini michi sabe que ahí tiene que hacer pis y caca. Increíble. Así también los que vivimos añares en pensiones sabemos este temario. Y el punto final es el más importante, es el tema que da felicidad. Es un compromiso con la vida en la pensión, es un ritual que sella al grupo: juntarse para cocinar la cena, reunirse para preparar el alimento; un alimento que llena tanto el cuerpo por su calidad como el alma por la compañía. Acordar cocinar juntos de noche, cada uno trayendo un ingrediente diferente para preparar siempre el mismo manjar, sea verano en Caballito u otoño en Balvanera: un guiso. El guiso de pensión es más que un guiso convencional. El guiso de pensión es un conjunto de ingredientes que al amontonarse en una olla cascadísima, alumbra un momento único entre los que participaron de su preparación y también de los que no, pero que lo terminarán comiendo. El guiso de pensión es más que comida, es un plato mágico que vincula de por vida a todos los que comulgaron en él. Así es que la charla, al fin, llega a tocar con responsabilidad el ítem más importante: - El flaco de la habitación 13 hace malabares en la esquina de Avellaneda y Otamendi, se llama Leandro y yo le digo que traiga el paquete de fideos (codito o mostachol, nunca otro); los hermanos de la 7 ponen el vino y las papas, uno está trabajando de mozo y con la propina compra vinitos que zafan. - Ahí mismo lo interrumpo tajantemente y le digo que no, que las papas y todo lo de verdulería corre por mi cuenta, que ellos pongan el vinito y el queso rallado. Yo ya conozco mi barrio y sé que más tarde me armo uno y salgo a caminar lentamente y de paso entro en la verdulería a comprar. Y como estoy re loco, elijo las verduras una por una, sin apuro ni vergüenza. Aprovecho, lo miro y le pregunto con tono ameno pero como obligándolo a que me diga que sí: - ¿vos podés traer la carne? - Sí, olvidate. - me dice todo feliz soplando el humo de la última seca, medio tosiendo, medio escupiendo. - La gordita de la 9, la que está al lado de tu habitación, ella pone la olla y todos los utensilios de cocina. - Me informa mi nuevo amigo. - Hace mil que vive en la pensión y tiene de todo. - Joya - le digo, y pregunto: - ¿Ta buena? - Maso, tiene buenas tetas, pero vive con la hijita y el ex aparece de vez en cuando, es para bardo en un punto. Ambos hacemos un poco de silencio, él levanta el envase vacío del piso, yo prendo un pucho y nos encaminamos al chino a devolver el envase que no nos cobraron. Bien ahí el chino. Al volver, antes de entrar en la pensión y cada uno sumergirse en su respectiva habitación para vivir la locura de forma independiente y hacer tiempo hasta la tardecita para hacer las compras y juntarnos en la cocina, ambos, al unísono nos miramos y casi gritando y sonriendo decimos: - ¡El pan! - Y yo agrego: - Y el chorizo colorado. - Dejá - me dice él - le digo a Moni, la de la olla, que eso lo compre ella. Te digo más, si colgamos nosotros lo cocina ella, ya pasó mil veces. - Pero conmigo no pasó ni pasará, pienso. Cocinar el guiso es mi tarea, es una parte de mi aporte a mí mismo, a mi estilo de vida y al prójimo. Nos despedimos sonriendo, felices de habernos conocido y de compartir tanto, de estar tan de acuerdo en todo lo que importa de esta vida: el churro, el amor por la Heineken y ambos saber que el guiso de pensión es mucho más que comida, es la ambición máxima de un bohemio de barrio, es algo que los que tienen guita no pueden entender ni tener. Entré en mi habitación conforme con mi vida, agarré un libro, prendí la radio en am (enganché justo a Piazzolla) y volví a mentirme a mí mismo una vez más; me dije que así era feliz, que yo era un campeón, que, como dice Juanse: “Nadie lo hace como yo”. Menos de dos meses después no pagué la pensión, tuve que irme, perdí todo una vez más y salí a patear la calle para encontrar otra habitación en pensiones llenas. La tristeza en mi pecho volvía a agrandarse, el vacío en el pecho de un bohemio (vago) crece varias veces durante el año. Así viví años y años, de guiso en guiso, de aquelarre en aquelarre. Hoy mi mente es otra, mis condiciones son otras, mis ambiciones y mi posición es otra. No extraño el churro ni la birra … pero el guiso, ese guiso de pensión estará siempre dentro de mi corazón; ese guiso es más que comida, el guiso de pensión es lobby, es ilusión, es la vida misma que habita fugaz entre la mentira que nos decimos a cada momento y la tristeza que está agazapada a la vuelta de la esquina, atrás del auto estacionado, esperando hambrienta a que ya no quede ni una cuchara de guiso en esa olla plateada.Viví años, más de una década en decenas de hoteles. No en hoteles en realidad, sino en pensiones desparramadas por la mayoría de los barrios porteños. Algunas decentes como mucho, la mayoría, sucuchos apenas habitables. En esos años esa vida me gustaba, esa era la vida que elegía vivir. Y si bien muchísimas de las pensiones que conozco por haber vivido en ellas están en Caballito, San Nicolás y San Cristóbal, muchas otras no. Recuerdo que algo que disfrutaba mucho de ese estilo de vida, era la simpleza, la ausencia de ambiciones, sueños o cualquier aspecto en la vida que me complique el día presente o el de mañana. Por supuesto que hoy, al mirar para atrás y analizar muchas cosas que viví, si bien entiendo perfectamente porqué yo era así, de algunas me avergüenzo y de todas me divorcié. Hoy soy un hombre ambicioso y con condiciones, nada me da igual en mi presente. Estoy feliz conmigo mismo en este aspecto. Hoy en día desprecio al Diego del pasado y a todos los que viven como yo vivía. No tolero el desánimo, el desgano, la falta de pasión o avidez. Pero en esos años mi pensar era otro. En esos años, despreciaba al Diego de hoy y a todas sus ambiciones, preocupaciones y esfuerzos. Por ejemplo, algo que amaba de las pensiones, era encontrar gente como yo en ellas. Vecinos de habitaciones contiguas con el mismo espíritu bohemio (vago) para compartir gustos, la vida misma, mientras durara en esa pensión. Así que en la cocina o el patio, dependiendo de cada pensión, nos cruzábamos como desconocidos en un instante, y quince segundos después, compartiendo la primera charla ya casi como hermanos de toda la vida, confiando plenamente el uno en el otro, decidíamos salir de la pensión para ir al chino más cercano o al almacén, comprar una birra y arrancar así con la actividad más importante en la vida de un bohemio (vago): desperdiciar el día. En esa charla, con esa birra, salía rápidamente a escena desde un bolsillo raído, un nuevo integrante de la vida en la pensión: el churro. Y ya alegres y desinhibidos, compartíamos información vital para sobrevivir y mantener el estilo de vida bohemio (vago) en esa zona: dónde venden fasito, si pega y si sirven bien. También saldrá a la luz donde venden merca, pero prefiero ahora no ahondar tanto en los peores momentos, y sí enfocarme en los mejores; además, recién estamos acercándonos al verdadero meollo, a la miga y corazón de la vida en la pensión. Este mitin impensado pero agradable, habitual en la vida del que vive en pensiones, birra y churro en mano, es la reunión de consorcio que otros tendrán en sus edificios; nosotros la teníamos en todos lados y en ninguno a la vez. No mensualmente, no sentados en cómodos sillones en el hall del edificio; nosotros la tenemos del otro lado del hall, del otro lado del vidrio, en la puerta del edificio, mirando para todos lados para que no nos duerma la poli, y la tenemos a diario, porque siempre hay algo que chamuyar, todos los días nos es imperativo desperdiciar ese absurdo y monótono día. Pero al igual que una reunión de consorcio convencional, nosotros también tenemos una minuta, un orden del día con temas a tratar. Solo que no necesitamos quien guíe la reunión ni anotar estos puntos fundamentales a tocar. En nosotros estos temas son nuestra supervivencia, están grabados en piel. Nuestra charla sigue y es así que el que vive desde antes en la pensión, pone al tanto al más nuevo sobre quienes ocupan todas las habitaciones, quiénes son caretas y quienes curten, quienes son, además de caretas, ortivas, y quienes a pesar de no curtir, son buena onda, son copados. Por supuesto también es menester conocer la tolerancia del encargado o encargada, si es permisivo o si no deja pasar una, si te deja meter una mina de vez en cuando sin tener que pagar el plus en la habitación o si es necesario meterla de noche y de absoluta camulina. Otra información vital que no puede faltar en nuestra chocha reunión es si hay mujeres “accesibles” viviendo en la pensión, en qué habitación y si están buenas. En realidad, si están buenas es un adicional, lo más importante es saber si hay minitas y si son copadas. Prosigue la tertulia con el afloro de nuestra faceta “Lépore” y nos ponemos en jeques de los bienes raíces; filosofamos sobre el precio de las habitaciones, cuánto paga cada uno, de qué tamaño es cada habitación, si tiene baño privado y demás amenities que puede o no brindar este palacio porteño. Cuando sos un bohemio (vago) el dinero no abunda y hay que cuidar cada centavo en las áreas menos importantes para la vida, como por ejemplo tener un techo y no quedar en la calle; así podemos destinar más dinero para lo que es verdaderamente importante, tener guita para los vicios, para que el desperdiciar el día sea más llevadero. Y es así que tocamos y resolvemos los temas que, si bien son menores. deben ser arranyados en primera instancia (nos caracteriza la responsabilidad), y así dejar para el final el tópico más importante, al que todos queremos llegar. Este cacareo se repite en cada pensión con caripelas siempre diferentes (aún la de uno va demudando por la vida itinerante, desordenada) y es ajeno al tiempo, sin importar quién gobierne el país o en qué barrio nos encontremos en ese momento de nuestras vidas, estos temas que tienen que ser tratados están implícitos en el adn del bohemio (vago); se desconoce cómo uno sabe todo esto, nadie se lo enseñó a uno de chico. Es un misterio similar al de cómo los gatos saben que las piedritas son su baño. Vos traés un gatito que apenas puede mantenerse en pié de lo chiquito que es, ponés piedritas en algún lugar de la casa (no hay ningún gato al que imitar) y el mini michi sabe que ahí tiene que hacer pis y caca. Increíble. Así también los que vivimos añares en pensiones sabemos este programa. Y el punto final del temario es el más importante, es la premisa que da felicidad. Se trata de un compromiso con la vida en la pensión, es un ritual que sella al grupo: juntarse para cocinar la cena, reunirse para preparar el alimento. Un alimento que llena tanto el cuerpo por su calidad, como el alma por la compañía. Acordar cocinar juntos de noche, cada uno trayendo un ingrediente diferente para preparar siempre el mismo manjar, sea verano en Caballito u otoño en Monserrat: un guiso. El guiso de pensión es más que un guiso convencional. El guiso de pensión es un conjunto de ingredientes que al amontonarse en una olla cascadísima, alumbra un momento único entre los que participaron de su preparación y también de los que no, pero que lo terminarán comiendo. El guiso de pensión es más que comida, es un plato mágico que vincula de por vida a todos los que comulgaron en él. Así es que la charla, al fin, llega a tocar con responsabilidad el ítem más importante: - El flaco de la habitación 13 hace malabares en la esquina de Avellaneda y Otamendi, se llama Leandro y yo le digo que traiga el paquete de fideos - (mostachol o codito, nunca otro) - ; los hermanos de la 7 ponen el vino y las papas, uno está trabajando de mozo y con la propina compra vinitos que zafan. - Ahí mismo lo interrumpo tajantemente y le digo que no, que las papas y todo lo de verdulería corre por mi cuenta, que ellos pongan el vinito, dos latas de puré de tomate y el queso rallado (el cual, probablemente, se lo roben metiéndoselo en el bolsillo de cualquier chino o Día). Yo ya conozco mi barrio y sé que más tarde me armo uno y salgo a caminar lentamente y de paso entro en la verdulería a comprar. Y como estoy re loco, elijo las verduras una por una, sin apuro ni vergüenza. No soy un pichón, no es mi primer guiso. Ahí nomás aprovecho, lo miro y le pregunto con tono ameno pero como obligándolo a que me diga que sí: - ¿vos podés traer la carne? - Sí, olvidate. - me dice todo feliz soplando el humo de la última seca, medio tosiendo, medio escupiendo. Le pregunto si tiene una olla grande, cucharones y demás chirimbolos - La gordita de la 9, la que está al lado de tu habitación, ella pone la olla, todos los utensilios de cocina y los condimentos - Me informa mi nuevo amigo. - Hace mil que vive en la pensión y tiene de todo. - Joya - le digo, y pregunto: - ¿Ta buena? - Maso, tiene buenas tetas, pero vive con la hijita y el ex aparece de vez en cuando, es para bardo en un punto - me aconseja. Ambos hacemos un poco de silencio, él levanta el envase vacío del piso, yo prendo un pucho y nos encaminamos al chino a devolver el envase que no nos cobraron. Bien ahí el chino. Al volver, antes de entrar en la pensión y cada uno sumergirse en su respectiva habitación para vivir la locura de forma independiente y hacer tiempo hasta la tardecita para hacer las compras y juntarnos en la cocina, ambos, al unísono nos miramos y casi gritando y sonriendo decimos: - ¡El pan! - Y yo agrego: - ¡Y el chorizo colorado! - Dejá - me dice él - le digo a Moni, la de la olla, que eso lo compre ella. Te digo más, si colgamos nosotros lo cocina ella, ya pasó mil veces.- Se delata mi compañero. Ahí nomás recuerdo que si bien el guiso de pensión es un culto respetado, como en toda religión, hay jerarquías. Y yo, después de tantos años de entrega incondicional y veneración absoluta a esta ceremonia, me considero y soy considerado por los que me conocen como un sumo sacerdote en este rito. Cocinar el guiso es mi tarea, es una parte de mi aporte a mí mismo, a mi estilo de vida y al prójimo. No hay excusa para delegar semejante talento. Nos despedimos sonriendo, felices de habernos conocido y de compartir tanto, de estar tan de acuerdo en todo lo que importa en esta vida: el churro, el amor por la Heineken y ambos saber que el guiso de pensión es mucho más que comida, es la ambición máxima de un bohemio de barrio, es algo que los que tienen guita no pueden entender ni tener. Entré en mi habitación conforme con mi vida, agarré un libro, prendí la radio en am (enganché justo a Piazzolla) y volví a mentirme a mí mismo una vez más; me dije que así era feliz, que yo era un campeón, que, como dice Juanse: “Nadie lo hace como yo”. Menos de dos meses después no pagué la pensión, tuve que irme, perdí todo una vez más y salí a patear la calle para encontrar otra habitación en pensiones llenas. La tristeza en mi pecho volvía a agrandarse. El vacío en el pecho de un bohemio (vago) crece varias veces durante el año. Así viví años y años, de guiso en guiso, de aquelarre en aquelarre. Hoy mi mente es otra, mis condiciones son otras, mis ambiciones y mi posición es otra. No extraño el churro ni la birra … pero el guiso, ese guiso de pensión estará siempre dentro de mi corazón; ese guiso es más que comida, el guiso de pensión es lobby, es ilusión, es la vida misma que habita fugaz entre la mentira que nos decimos a cada momento y la tristeza que está agazapada a la vuelta de la esquina, atrás del auto estacionado, esperando hambrienta a que ya no quede ni una cucharada de guiso en esa olla plateada. https://preview.redd.it/zqf1glmhrcqc1.jpg?width=1875&format=pjpg&auto=webp&s=4d83f6e84e2a20529c3b4727fcecbdb185217494 |
2024.03.07 15:26 Dry_Instruction1137 Natalia Rivera y su chocha marcadita
submitted by Dry_Instruction1137 to NataliaRivera1989 [link] [comments] |
2024.02.24 08:15 Fabulous_State9921 It's feasting time for true crime channels & Hilarious Baldwin's yogi chocha is about to work overtime distracting us peasants from this dumpster fire!
submitted by Fabulous_State9921 to DListedCommunity [link] [comments] https://preview.redd.it/7ag7eg1dhhkc1.png?width=650&format=png&auto=webp&s=8eb9f91b094efc114e5cbd99241fb6a567a77f46 February 23rd, 2024, 10:37 pm |
2024.02.18 23:01 junillppiquillo Te queremos chochas(nunca supe como se escribia)
submitted by junillppiquillo to ILLOJUANOFICIAL [link] [comments] |
2024.02.09 04:14 allAboutDaMeat Hilaria come to the midwest for a visit mamacita, we have something for you at our Costcos ✨💅🏽
Perfect for a moist and moldy chocha and at a great price! submitted by allAboutDaMeat to HilariaBaldwin [link] [comments] |
2024.01.19 09:17 Lurking_Waffle_ED When you decide that you really dont like that guy!
Got insulted by the Republic and decided that the Galaxy needed to punish them for daring to insult their Machine Overlord! This split the GC in half and caused a colossal war that I very much enjoyed watching behind my borders! submitted by Lurking_Waffle_ED to Stellaris [link] [comments] |
2024.01.16 00:29 sebamuerte Camión me chocha marcha atrás y seguro no quiere hacerse cargo
2024.01.01 06:09 Gootube2000 lexiseleti: sandpiper, woodcock, curlew, snipe, Scolopacidae
2023.12.30 19:51 BonicTempest Fable of Stars (Need Topaz!)
I have a spare Kafka, Dan Heng IL, Black Swan and March to trade! submitted by BonicTempest to HonkaiStarRail [link] [comments] |
2023.12.23 22:42 Annebubble Clausuraron por “mal gusto” un local en Córdoba que vendía waffles en forma de pene