Consuelo duval fotos

Escribí este cuento, se llama Hasta que no me dé risa. ¡Espero les guste!
En el 2005 el Internet era como el Viejo Oeste. Una Deep Web pero sin ninguno de sus filtros. ¿Querías ver como le serruchaban la cabeza a alguien? Abrías el Blog del Narco. ¿Mutilación genital? Buscabas el Pain Olympics. ¿Un suicidio? Rotten. com te ofrecía un catálogo. Aunque no quisieras meterte en la mierda era inevitable que salieras embarrado. Bajabas lo que creías que era un video musical de Motel en LimeWire y terminabas descargando footage ilegal de un motel en Tailandia. A gente como la Mapacha y yo, nos gustaba eso, la morboseada. Me apena decirlo pero creo que lo disfrutábamos porque nos hacía sentir valientes. “Sí, aguanté el two girls one cup, ¿Tú no?”
Nos gustaba tanto que dimos el siguiente paso y empezamos a grabar videos. Antes de que me juzguen, quiero aclarar que nada era real. Grabábamos cortitos parecidos a las películas que nos gustaban. Slashers, Body Horror, Gore, Cine B, Snuff. Películas tan chafas que eran buenas. A la Mapacha la apodé así porque era pálida y tenía círculos negros alrededor de sus ojos verdes de tanto desvelarse viendo videos. Yo no apagaba mi compu en la noche porque siempre tenía alguna descarga en curso y de repente me llovían zumbidos en el Messenger. Me la trababa con el cerdito bailando o el niño que arrojaba un globo de agua solo para que viera una escena y decirme que teníamos que grabar algo parecido. Por supuesto que estaba enamorado, pero nunca le dije nada porque me caía demasiado bien como para arruinarlo. Además a ella le gustaban los emos copetudos como Pete Wentz y Oliver Sykes y mi cabello ondulado no me dejaba parecerme a ellos por más que me lo cepillara para abajo. Uno no podía estar lo suficientemente guapo y triste sin un copete y un delineado en esos tiempos. No solo éramos ella y yo, en la prepa éramos los lidercillos de los punks inadaptados. El prefecto se hartó un buen día de decirnos que nos peináramos, que nos fajáramos y que no usáramos esas camisetas negras de bandas debajo del uniforme. Nos dejaban ser. Éramos tan rebeldes como una clica de alumnos becados en una prepa llamada Colegio Americano Saint Peter podía ser.
En los recesos, nos reuníamos en el cuartito del Pareja, el conserje que era nuestro amigo, a más o menos planear el cortometraje entre escobas, trapeadores y cubetas. Nos teníamos que esconder porque la escuela se sentía la mismísima embajada estadounidense y nos cobraban diez pesos cuando hablábamos español. En el 2005 ese dinero podía llevarte muy lejos. Sonaba el timbre que nos liberaba y nos íbamos caminando a casa de la Mapacha a filmar con mi grabadora de cassettes. Esquivábamos los muebles de su sala, correteándonos con pistolas falsas o sierras de juguete, los props menos convincentes del mercado pero era para lo que nos alcanzaba con nuestros ahorritos. Los videos solían terminar con una toma de alguien en el suelo con la cara cubierta de colorante rojo y la lengua de fuera o los sesos de gelatina de fresa escurriéndose por la grieta maquillada en su frente. Terminábamos de filmar, hacíamos palomitas y conectábamos los cables rojo, amarilllo y blanco a la tele para ver nuestra barbaridad low budget. En posproducción les metíamos canciones de My Chemical Romance o Green Day y cuando estábamos satisfechos los subíamos a Ares. El YouTube ni lo teníamos en el radar todavía y me alegro, porque me hubiera ganado la tentación de subir nuestro último cortometraje: “You better not kill the groove”. Ve tú a saber en qué problemas nos pudimos haber metido. Decidimos que fuera el último porque dejó de ser gracioso y comenzó a ser preocupante.
Estábamos en detention cuando empezamos a planearlo. Sí, se llamaba detention el castigo, hasta eso le copiaba nuestra prepa a las high schools americanas. La maestra Tronchatoro que nos vigilaba se andaba quedando dormida después de apestar el salón con el bacalao que traía en su tupper. La Mapacha y yo estábamos ahí porque nos habían cachado fumando unos Marlboro detrás de las gradas. Ahí estaba la Ale también, era muy fresa pero nos caía bien por maldita y mustia. Además teníamos un pacto no hablado con los fresas, había diplomacia. Nuestros grupitos eran igual de desmadrosos pero no nos metíamos con ellos, ni ellos con nosotros. Ella estaba ahí porque en clase de Biología estaba mascando chicle. Era ruidosa. Inflaba sus bombas y las tronaba hasta dejarse el Bubbaloo de menta embarrado en su nariz respingada y sus cachetes rosados. La profe le dijo que lo tirara porque le distraía al salón y ella se levantó, no sin antes hacer su berrinche de niña mimada, sacándole el dedo a sus espaldas. Cuando estaba enfrente del bote de basura volteó a ver a Karla. Su cabello esponjado como el de Anne Hathaway cuando era nerda en El diario de la princesa apenas y la dejaba ver el pizarrón y le molestaba cuando quería tomar nota. Le decíamos Tía Cosa. A mí Karla me daba miedo. Su papá era miembro del Ejército y había rumores de que la maltrataba como un cabo a su soldado raso. Algunos decían que incluso su piel estaba marcada y por eso usaba manga larga aunque hiciera calor. Ella se refundía en la esquina sin dirigirnos la palabra, escuchando música en su iPod Nano. Solo sabíamos que le gustaba el rollerskate porque así llegaba a la escuela y cargaba con sus patines olor pacuso para todos lados. Ale, en su papel de Regina George católica mosca muerta hija de mamá Opus Dei, no se dejaba intimidar por nadie y se le encendieron los ojos con malicia cuando vio la oportunidad de chingar. La maraña de pelos de Karla le pareció el lugar perfecto para deshacerse del chicle. Obvio se armó un escándalo, todos riéndose como hienas, celebrándole la gracia a la Ale. Pero el chiste duró poco. A Karla pareció no importarle. Notó que se reían de ella y con la misma expresión de hartazgo de siempre, palpó el mazacote húmedo verde azul enredado en su cabello. Vio a su alrededor, seria, parecía estar tomando lista de quién se estaba riendo y siguió apuntando la función de la mitocondria en las células. El salón dejó de reír y volvieron a lo suyo insatisfechos, lo normal cuando al bulleado no le hace efecto el bullying. A Alejandra solo la mandaron a detention porque la gente rica y bonita nunca se mete en problemas realmente. Ahí estábamos cuando se inclinó en su mesabanco para metichear qué veíamos la Mapacha y yo en la pantallita de mi videocámara. Soltó la carcajada cuando vio a la Mila, una de nuestro grupito, siendo apuñalada por el Pericles en el corazón con un cuchillo retráctil. El pecho de Mila bombeaba sangre a borbotones exagerados con una manguerita que sacamos de un disfraz del villano de Scream. Ale por poco despierta a la maestra con su risa. Le pareció lo más divertido del mundo, como todo aquello que fuera violento. Creo que después de todo estaba igual de dañadita que nosotros. Nos pidió que le mostráramos más. Saqué los cassettes y le di un tour por nuestra filmografía. Reconocía cuál era cuál porque les pegábamos un tape y escribíamos los títulos. “La decapitación del príncipe charro”, “Harry Potter y el prisionero de la Colonia FOVISSSTE”, “Killing is the most fun a girl can have without taking her clothes off” y un largo etcétera de porquería audiovisual. Ahora lamento no haber crecido en otra época, éramos muy buenos haciendo cine muy malo pero no había forma de hacerse viral en ese entonces. Ale quiso participar y a la Mapacha y a mí no nos latió tanto la idea al principio porque valorábamos nuestra libertad creativa. Fue hasta que dijo que podía jalar a mucha gente que le dimos luz verde. Le creímos porque era popular y cumplió.
La Mapacha Cullen, como se hacía llamar en cualquier página web que necesitara usuario, subió el guión del cortometraje como boletín en MySpace. Aprovechando que tendríamos extras de sobra, se nos ocurrió filmar un toquín de Ska con un slam que se saldría de control. Todos contra todos con puños y codos hasta que alguien sacaba una llave inglesa, un machete, una pala, cada vez un arma más peligrosa aparecía en escena. ¿Qué podría salir mal? Al final del boletín escribió algo así como: “Cualquier ayuda con props o locaciones, bienvenida.”
Al día siguiente en la escuela se nos dejó caer la élite, los jugadores de fútbol americano y banderitas, arrastrados por la Ale. Si ella participaba, tenía que valer la pena. Los posers que no eran populares pero querían serlo también se unieron. Antes de que empezara la primera clase, las futuras víctimas de homicidio se empujaban y hacían su alboroto frente a mi mesabanco y el de la Mapacha, para que los anotáramos y les asignáramos su rol. Nos sentíamos Quentin Tarantino. En eso estábamos cuando de pronto escuchamos los murmullos. Algunos disimulaban la risa pero Alejandra no conocía la discreción. Escupió el Pau Pau de uva cuando vio en la puerta a Karla, sin cabello. La habían rapado con la uno. Ahora sí parecía un soldado raso. Se quitó los patines antes de entrar al salón y se puso los Converse que acostumbraba usar con calcetas hasta la rodilla de rayas negras y rosas. Todos le abrieron el paso como si se les fuera a contagiar la alopecia y se empezaron a burlar. Cabeza de rodilla, cerillito, micrófono, de todo le dijeron. Ella solo caminó hasta su esquina, sin molestarse pero sin sonreír tampoco. Haz de cuenta que los demás no estuviéramos ahí. Traía sus audífonos con orejas de gato así que a lo mejor ni los escuchó. Los pesados le dieron cuerda a la broma hasta que llegó la de Química y mandó a todos a sentarse. A la Mapacha, a mí y a nuestro grupito no nos hacía gracia porque Karla no socializaba pero tampoco tenía broncas con nadie, solo estaba en su rollo y ya. Por eso, al final del día, ya que teníamos casi a todo el 601 a bordo, nos sorprendió que se acercara pero la recibimos con gusto.
Dibujábamos el storyboard en la mesa vandalizada que habíamos reclamado como nuestra cuando se sentó a mí lado. Dijo que había leído el boletín y que no solo le interesaba, sino que también quería ofrecer su casa como locación. Me extrañó que pasara de no hablarnos a mostrar tanta disposición pero asumí que a lo mejor era para ganarse a los populares y que la dejaran de molestar. Nos dijo que por órdenes de Fox, su papá andaba de comisión en Nuevo Laredo y que estaba sola. Caí en cuenta que era la primera vez que escuchaba su voz, era ronca y desafinada, por no usarla yo creo. Le agradecimos y la estábamos anotando en la lista cuando dijo que quería hacer algunas sugerencias. Mapacha y yo nos vimos aguantándonos la cara de incomodidad porque no nos gustaba que nos dijeran cómo hacer las cosas pero lo que propuso Karla nos encantó. Platicó que su papá había comprado una máquina que creyó que era para lavar el carro pero en realidad era para crear la espuma como la de los foam parties. Sacó su cámara digital y nos mostró el desastre que había provocado su papá en la cochera: la Tacoma cubierta de una espesa capa de solución blanca y burbujeante. Dijo que en vez de toquín de Ska podía ser una fiesta de espuma y que ella podía actuar de DJ. Su idea era mejor porque esos eventos estaban de moda y los fresas eran completamente ajenos a los slams. Sus rolitas de Belinda y RBD no se prestaban para eso. Órale, va, le dijimos Mapacha y yo. Hasta me dieron ganas de incluirla en el cast y crew permanente. Nos caía bien la gente creativa. Se paró contenta, con una sonrisa torcida que de seguro aparecía con la misma frecuencia que el cometa Halley. Antes de irse rodando a su casa nos pidió un último favor.
—¿Puedo elegir yo el soundtrack?
—¿Qué quieres poner?—pregunté.
—Hay una canción de María Daniela y su Sonido Láser que creo que queda muy bien.
Le dijimos que sí sin preguntarle cuál era. Nos gustaba mucho. Era como Belanova pero rancia. Música tan mala que terminaba por convencer, como las Emperador de limón o nuestras películas. Era lindo ver a Karla feliz porque había una barrera como de formalidad militar que no la dejaba expresar lo emocionada que estaba. Me dio la impresión de que había una niña atrapada ahí dentro que no encontraba la forma de salir. Nos dimos un apretón de manos para asegurarle que tomaríamos en cuenta sus ideas y patinó a través de las canchas de basket para salir de la escuela. Ésta no tiene ni un pelo de tonta, le dije a la Mapacha. Me golpeó el hombro y empezamos a borrar nuestros garabatos para corregir el storyboard con las propuestas de Karla.
El día de la grabación, los del crew llegamos una hora antes más o menos. Nos juntamos en el parque más céntrico y nos fuimos a pie con Karla. Lo pulcro de su casa y el cuidado del patio solo podía describirse como marcial. El zacate de su jardín era parejito como el corte de cabello flattop que tanto nos exigían a los hombres en la escuela. Dos dobermans, quietos como gárgolas, nos vigilaban detrás de una reja mientras esperábamos que nos abrieran la cochera. El Pericles sin temor de Dios se acercó a acariciarlos, se dejaron pero tampoco le hicieron mucha fiesta. Karla abrió la persiana, sacó un control remoto del bolso de su hoodie negra y abrió el garaje.
Adentro era amplio. Ya había acomodado dos tarimas con una tabla encima como escenario. Una mesita plegable y su laptop con teclado de luces de colores primarios eran su setup de DJ. Me enterneció su esfuerzo, era deplorable y aún así la producción más ambiciosa que habíamos realizado hasta el momento. El Pericles se puso a buscar el mejor lugar para colocar las lámparas LED que había sacado del estudio de foto de su papá, Mapacha y yo analizábamos el mejor spot para las tomas que teníamos en mente, Mila y su novio repasaban la escena con Karlita. En eso estábamos cuando llegó la caravana de camionetas del año. Ale, escoltada por weyes que querían con ella y chicas a las que trataba como esclavas, se bajaron tambaleándose, cargando bolsas del Oxxo llenas de Vodka SKYY. Tiraron el bote de basura de lámina cuando echaron las botellas vacías y los dobermans comenzaron a ladrar. Karla corrió a calmarlos y Ale entró directa a la cochera a balbucear órdenes con las manos en la cintura. Que si nos podíamos apurar porque al día siguiente había partido de banderitas y quería descansar, que pensó que iba a llegar y ya íbamos a tener todo listo, en fin, nefasteando. De pronto me dieron ganas de agarrarla a sillazos como el Undertaker pero mantuve la calma. Los acomodé en sus posiciones, casi casi como maestro de primaria agarrando de la manita a los chamacos para formarlos en los honores. Venían fumigados. Desde que habían conseguido la conecta de fake IDs se la pasaban pisteando. Les expliqué que la escena sería muy parecida a la que leyeron en el boletín. La diferencia era que ahora uno de los extras resbalaría por la sustancia jabonosa y caería encima de la novia de alguien. El novio se enojaba y lo agarraba a navajazos y un amigo lo iba a defender a balazos. Al final la DJ se enojaba porque le estaban matando la vibra y con sus poderes telequinéticos tipo Carrie terminaba la fiesta, lanzándoles la decoración del lugar. La violencia escalaría cada vez más, como siempre. El novio de Mila iba a estar bien pendiente de salpicar la espuma con sangre de mentiras. A esa toma le teníamos ganas: las burbujas blancas tiñéndose de rojo. Karla regresó del patio con la capucha puesta, yo creo que para que no se burlaran de su pelona, y se trepó a las tarimas. Conectó el auxiliar a las bocinas y encendió el cañón de espuma. La loseta comenzó a cubrirse con nubecitas que se deshacían al tocarlas. La clica de Ale tomaba el foam y se lo aventaba como si fueran bolas de nieve. Cuando les llegó a las rodillas, decidimos que era hora de empezar a filmar. La Mapacha, el crew y yo nos acomodamos detrás del escenario para grabar a los fresas bailando al ritmo de María Daniela. Karla reprodujo Chicle de Menta en el Windows Media Player y los visuales psicodélicos comenzaron a reproducirse en su pantalla.
Vas a hacer lo que pida, serás mi esclavo
Tendrás que ser mi juguete, cumplir mis caprichos
Seguirme la corriente, jugar conmigo.
El linebacker musculoso del equipo de americano se tropezó a propósito como estaba previsto sobre Claudia, la mejor amiga de Ale, y ella cayó perdiéndose entre las burbujas que ya les llegaban al torso.
Quiero un chicle de menta y una paleta.
Quiero que bailes como en la discoteca.
El quarterback, con una furia muy sobreactuada, lo acribilló. Las chicas gritaron. Pericles, nuestro experto en efectos especiales, roció la espuma con el tinte rojo que había preparado. Capté las salpicaduras con un zoom muy preciso. Nunca repetíamos escenas aunque fuera necesario, la crudeza de las tomas era muy importante para nosotros. Pero en esa ocasión, estaba saliendo casi como lo habíamos imaginado. El foam había alcanzado el cuello de los actores y Karla tenía la indicación de apagar el cañón cuando llegara a esa altura. No lo hizo.
A propósito cáete y vuelve a caerte
Hasta que no me dé risa tu estupidez
El corredor delgado y rubio, amigo del linebacker, sostuvo a su amigo moribundo, lo posó en el suelo y tomó un revólver del bolsillo de su chaqueta Varsity. El resto ya no lo pudimos ver. La solución que se había pintado de rosa diluido por el colorante de Pericles, ahora los cubría por completo. Se les escuchaba toser, envueltos en la capa espesa de jabón. ¡Me arden los ojos! Gritó Alejandra.
Quiero que te pongas morado,
que no respires.
Iba a hacerle señas a Karla para que apagara la máquina. Los extras se nos estaban ahogando. Me acerqué aún sosteniendo la cámara pero antes de alcanzarla, sacó un silbato del bolso de su hoodie. Era un cilindro plateado, parecido a una flauta pero más corto. Se lo puso en los labios y sopló. Emitió un sonido agudo, como una tetera dejando escapar vapor. Aunque para nosotros era casi inaudible por la música, atrajo a los dobermans. Entraron por la rendija para perros en la puerta que daba hacia el patio. Se sentaron frente a Karla y ella, como si fuera una emperadora romana decidiendo quien vive y quien muere, señaló a la masa blanquecina. Blackie y Brownie saltaron hacia la espuma. Lo siguiente que recuerdo son solo ruidos. Así descubrí que el miedo entra por los oídos. No era necesario ver lo que pasaba, podíamos saberlo solo con escuchar. Ropa desgarrándose, los gruñidos de los perros aferrando sus colmillos a la carne, los cuerpos cayendo al piso e intentando salir de ahí, sin éxito. Ale casi lograba zafarse, vimos su brazo en el suelo, intentando sujetarse de cualquier cosa pero fue arrastrada de regreso a la tortura. Hilos de sangre se formaban entre las grietas de las baldosas. Vi a Karla iluminada por la luz arcoíris de su teclado. Una hemorragia nasal le empezó a escurrir por los contornos de su sonrisa. No se molestó en limpiarse. Se abrochó los patines, apagó el cañón de foam y se acomodó los audífonos de gato en las orejas. Estaba tranquila. Rodó hacia afuera de la cochera y la seguí con la mirada. Después vi a la Mapacha y me hizo una seña indicándome lo que de todos modos ya pensaba hacer. Hizo un círculo con su dedo índice. “Sigue rodando.” Es un consuelo patético, pero intento convencerme que no había mucho que pudiéramos hacer. Ni yo, ni el Pericles, ni la Mila, ni su novio íbamos a meternos a salvarlos. Seguimos rodando. Mapacha marcó al 066 en su Nokia y yo intentaba sostener la cámara sin temblar. Ya no había gritos, sólo quejidos ahogados, el roer de las mordidas y Maria Daniela y su Sonido Láser en loop. El rojo manchaba como un aspersor y logré mi toma. Ahora era perfecta. Por un segundo me sentí complacido. Espuma manchada de sangre. Era mejor si era real. De afuera de la cochera, escuchamos el silbato de nuevo. Los dobermans salieron jadeando de inmediato, el hocico húmedo y sucio les goteaba. Dejaron su rastro hasta desaparecer por la puertita por la que entraron. Las burbujas comenzaron a perder su volumen. La espuma se apelmazaba y no parecía haber movimiento. Apagué la cámara y salí. No quería ver lo que quedaba de Alejandra y sus amigos. En el fondo, supongo que no era tan valiente. Afuera vi a Karla alejarse patinando, sin prisa. Más que escapar, aparentaba seguir los pasos de una coreografía. Se deslizaba de un lado de la calle al otro, como una bailarina sobre el hielo. Bailaba como una niña a la que por fin habían dejado divertirse.

Regrese con mi ex después de mucho tiempo y descubrí que tenía otro novio
Hola gente de reddit, soy nuevo haciendo ese tipo de cosas pero espero poder encontrar un consuelo o algún consejo referente a mi caso. Hace cuatro años conocí a una chica a la cual llamaré, Juliana, Juliana y yo teníamos una conexión muy magnífica pues conectabamos en todo, yo tenía 16 años en ese entonces y ella tenía 15, teníamos una gran relación, pero ocurrieron problemas que serán contados en otra ocasión, después de cuatro años ahora en la actualidad Juliana volvió a buscarme... Algo bastante confuso para mí pues quedamos en muy malos términos, pensándolo dos veces le respondí con un "¿Hola?" Seguido de ella con un "¿Como estás? Hablamos por unas cuantas horas durante la noche hasta que menciono que me extrañaba y extrañaba las cosas que hacíamos juntos, quedé blanco al leer esto, pues sabía que hace un año tenía un novio. No se como cai en su juego, pues empezó a hacerme insinuaciones bastante tentadoras que posiblemente un hombre no pueda resistir, quedamos de vernos un día ya que por casualidades de la vida trabajábamos cerca el uno del otro, hablamos por la mañana de cosas sin sentido y recordando las cosas que hacíamos, senti que dentro de mi surgió un sentimiento que estaba apagado. Al despedirnos me dio un beso, algo que me dejó bastante confundido de si debería haberla rechazado al instante o no, bueno con el pasar de los días ella me pidió quedarse en mi casa, así que acepte, esa noche cenamos y hablamos, a la hora de dormir pasaron cosas bastante tentadoras, lo que hizo que terminaríamos teniendo relaciones sexuales. Al siguiente día nada podía ser mejor, desayunamos, nos bañamos juntos y nos dirigimos juntos hacia el trabajo, claro, hasta por la noche de ese día... Por alguna razón me dijo que debía hacer algo de importancia y no podría hablarme, no le vi problema pues no solía mucho meterme en asuntos personales de las personas, lo único raro fue que me bloqueó de sus redes sociales y solo dos horas después volví a recibir un mensaje de ella, no quise hacerle ningún reclamo solo para no verme intenso, sin embargo para mi era algo bastante raro e inquietante. Al siguiente día tuvimos una llamada bastante buena, así que ella me envió unas cuantas fotos y me dijo muchas cosas que me gustaron muchísimo, llegó el día de mi paga y la invite a comer un postre que para ella era bastante delicioso y era su favorito, cada noche la invitaba a comer, y cada noche me bloqueaba sin razón alguna, pasaron los días y yo me veía de vez en cuando con ella para tener un poco de relaciones íntimas. Un día tuvimos una discusión bastante fuerte así que dejó de hablarme, Juliana era una mujer bastante orgullosa pero de alguna u otra forma me las arreglaba para que me hablara, ese día quedamos de vernos, pero dijo que estaba enferma así que no pudimos vernos, le envié comida a su casa y hablamos un rato por llamada, nuevamente recibí muchas cosas tentadoras de ella y yo me sentía más comprometido, pues Juliana era una chica con cuerpo perfecto y bastante hermosa. Esta fue nuestra rutina durante un mes hasta que por alguna razón encontré el perfil del chico que antes era su novio, decidí mirarlo por curiosidad y vi que tenían fotos juntos en fechas cortas donde se supone que ella era mi novia (se me olvida contar que a las tres semanas nos volvimos novios), no quise decirle nada así que investigue un poco, y si, ellos nunca habían terminado, Juliana me mintió, me volví más seco y no me enorgullece decirlo pero sentía que si ella me usaba, yo también tendría que hacerlo, así que como Juliana era una chica bastante adicta a las relaciones empecé a vengarme desde allí, cabe aclarar que ella me pedía muchísimas cosas y siento que también me utilizaba para tener sex0. Puede que quede como el malo yo despues de contarlo de esta forma. En fin, un mes después de enterarme de esto decidí buscar razón alguna para formar una discusión, y así fue, tuvimos una discusión bastante fuerte donde ella dejó de hablarme por horas, solo para la noche regresar diciéndome que lo sentía y que tenía hambre, como último deseo le envié comida antes de llevar a cabo mi plan, pues le escribiría pronto a quien era su verdadero novio, al siguiente día todo estaba bien y ya no teníamos nada para discutir, me di cuenta que me está a usando porque en la noche solo me pidió disculpas para que le comprará comida. Así que después de que me dijese que debía hacer algo importante supuse que se vería con el, pues siempre me bloqueaba. Sin pensarlo dos veces le escribí al chico y le envié muchos pantallazos de las conversaciones sucias que ella y yo teníamos, audios, y entre otras cosas más que ella me mandaba (nunca le mandé las fotos explícitas que ella me enviaba). Luego de eso recibí un maltrato verbal por parte del novio ya que él creía que yo sentía, así que decidí contarle cuando nos vimos una vez y nos tomamos una foto juntos, se la envíe y dejó de responderme por unos minutos, en acto de consecuencia ella me escribió para decirme que por qué había hecho eso y de dónde había averiguado quien era el y que seguían juntos, yo solo tenía en mi cabeza que me había estado utilizando para su beneficio y para su placer, algo que también disfrutaba, pero que me dolió mucho al saber que no solo compartía esos deseos conmigo. (Seguiré contando la historia en otro post, me encuentro en el trabajo y quería desahogarme con alguien, gracias a los que me leen, pronto seguiré contando la historia).

Hola gente de reddit, soy nuevo haciendo ese tipo de cosas pero espero poder encontrar un consuelo o algún consejo referente a mi caso. Hace cuatro años conocí a una chica a la cual llamaré, Juliana, Juliana y yo teníamos una conexión muy magnífica pues conectabamos en todo, yo tenía 16 años en ese entonces y ella tenía 15, teníamos una gran relación, pero ocurrieron problemas que serán contados en otra ocasión, después de cuatro años ahora en la actualidad Juliana volvió a buscarme... Algo bastante confuso para mí pues quedamos en muy malos términos, pensándolo dos veces le respondí con un "¿Hola?" Seguido de ella con un "¿Como estás? Hablamos por unas cuantas horas durante la noche hasta que menciono que me extrañaba y extrañaba las cosas que hacíamos juntos, quedé blanco al leer esto, pues sabía que hace un año tenía un novio. No se como cai en su juego, pues empezó a hacerme insinuaciones bastante tentadoras que posiblemente un hombre no pueda resistir, quedamos de vernos un día ya que por casualidades de la vida trabajábamos cerca el uno del otro, hablamos por la mañana de cosas sin sentido y recordando las cosas que hacíamos, senti que dentro de mi surgió un sentimiento que estaba apagado. Al despedirnos me dio un beso, algo que me dejó bastante confundido de si debería haberla rechazado al instante o no, bueno con el pasar de los días ella me pidió quedarse en mi casa, así que acepte, esa noche cenamos y hablamos, a la hora de dormir pasaron cosas bastante tentadoras, lo que hizo que terminaríamos teniendo relaciones sexuales. Al siguiente día nada podía ser mejor, desayunamos, nos bañamos juntos y nos dirigimos juntos hacia el trabajo, claro, hasta por la noche de ese día... Por alguna razón me dijo que debía hacer algo de importancia y no podría hablarme, no le vi problema pues no solía mucho meterme en asuntos personales de las personas, lo único raro fue que me bloqueó de sus redes sociales y solo dos horas después volví a recibir un mensaje de ella, no quise hacerle ningún reclamo solo para no verme intenso, sin embargo para mi era algo bastante raro e inquietante. Al siguiente día tuvimos una llamada bastante buena, así que ella me envió unas cuantas fotos y me dijo muchas cosas que me gustaron muchísimo, llegó el día de mi paga y la invite a comer un postre que para ella era bastante delicioso y era su favorito, cada noche la invitaba a comer, y cada noche me bloqueaba sin razón alguna, pasaron los días y yo me veía de vez en cuando con ella para tener un poco de relaciones íntimas. Un día tuvimos una discusión bastante fuerte así que dejó de hablarme, Juliana era una mujer bastante orgullosa pero de alguna u otra forma me las arreglaba para que me hablara, ese día quedamos de vernos, pero dijo que estaba enferma así que no pudimos vernos, le envié comida a su casa y hablamos un rato por llamada, nuevamente recibí muchas cosas tentadoras de ella y yo me sentía más comprometido, pues Juliana era una chica con cuerpo perfecto y bastante hermosa. Esta fue nuestra rutina durante un mes hasta que por alguna razón encontré el perfil del chico que antes era su novio, decidí mirarlo por curiosidad y vi que tenían fotos juntos en fechas cortas donde se supone que ella era mi novia (se me olvida contar que a las tres semanas nos volvimos novios), no quise decirle nada así que investigue un poco, y si, ellos nunca habían terminado, Juliana me mintió, me volví más seco y no me enorgullece decirlo pero sentía que si ella me usaba, yo también tendría que hacerlo, así que como Juliana era una chica bastante adicta a las relaciones empecé a vengarme desde allí, cabe aclarar que ella me pedía muchísimas cosas y siento que también me utilizaba para tener sex0. Puede que quede como el malo yo despues de contarlo de esta forma. En fin, un mes después de enterarme de esto decidí buscar razón alguna para formar una discusión, y así fue, tuvimos una discusión bastante fuerte donde ella dejó de hablarme por horas, solo para la noche regresar diciéndome que lo sentía y que tenía hambre, como último deseo le envié comida antes de llevar a cabo mi plan, pues le escribiría pronto a quien era su verdadero novio, al siguiente día todo estaba bien y ya no teníamos nada para discutir, me di cuenta que me está a usando porque en la noche solo me pidió disculpas para que le comprará comida. Así que después de que me dijese que debía hacer algo importante supuse que se vería con el, pues siempre me bloqueaba. Sin pensarlo dos veces le escribí al chico y le envié muchos pantallazos de las conversaciones sucias que ella y yo teníamos, audios, y entre otras cosas más que ella me mandaba (nunca le mandé las fotos explícitas que ella me enviaba). Luego de eso recibí un maltrato verbal por parte del novio ya que él creía que yo sentía, así que decidí contarle cuando nos vimos una vez y nos tomamos una foto juntos, se la envíe y dejó de responderme por unos minutos, en acto de consecuencia ella me escribió para decirme que por qué había hecho eso y de dónde había averiguado quien era el y que seguían juntos, yo solo tenía en mi cabeza que me había estado utilizando para su beneficio y para su placer, algo que también disfrutaba, pero que me dolió mucho al saber que no solo compartía esos deseos conmigo. (Seguiré contando la historia en otro post, me encuentro en el trabajo y quería desahogarme con alguien, gracias a los que me leen, pronto seguiré contando la historia).

Me introduzco: Mi nickname es Premium y nací el diez de mayo de 2008, por lo que tengo 15 años de vida.
Me considero un ""veterano"" de internet a comparación de mi generación, puesto que uso la PC desde los 4 años (primero jugando en las páginas de disney junior y cartoon network, después navegando por youtube, discord pre-pandemia y así).
Mamá me ama, pero definitivamente no le sale bien ser madre, salía a trabajar a una oficina a las 7, volvía a las 4, dormía la siesta hasta las 6 y se ponía a estudiar hasta la hora de la cena. Eso suena genial, menos por el hecho de que nunca jugó conmigo, cuando le pedía salir a la plaza a jugar a la pelota no quería, cuando le pedía jugar al life (tenemos el juego de mesa original) no quería, y así con todo. Únicamente hacíamos las salidas que ella quería, me llevaba de un lado a otro cuando a mí nunca me gustó viajar, si no sonreía en las fotos me retaba y se hacía la ofendida el resto del día. Eso provocó que estar todo el día en la computadora me brinde más cosas que las que me brindaba mi mamá, Internet siempre fue más bondadoso.
Nací en Ituzaingó, un pueblo en Corrientes, pero a los 2 años me mudé a Buenos Aires. A mis 5 años se separaron mis viejos, mi papá está en la gendarmería y se tiene que mudar de ciudad cada 3-5 años, y nosotros no queríamos ese estilo de vida. A pesar de eso, cambié de colegio 2 veces en jardín, 4 veces en primaria y 1 vez en secundaria (estoy en 4to año de CABA).
Siempre me costó hacer amigos, siempre fui muy diferente al resto. En primaria y primer año esto era mucho más notorio. El estatus social de primaria se definía por dos factores: Que tan bueno eras jugando a la pelota y que tan bueno eras jugando al videojuego de moda (Clash Royale, Fortnite y todas esas mierdas). Yo no cumplía ninguno de los dos, era horripilante jugando a cualquier deporte y los juegos de moda no me gustaban (no por hacerme el único y diferente, simplemente me parecían malos juegos). Esto causó que me hicieran bullying entre todos los varones del curso en todas las primarias que estuve, me rompían las hojas y los dibujos, me pegaban en grupo, me provocaban a propósito para que los insulte y después buchonearle a la profesora para que me sancionen, etc.
En primer año de secundaria la cosa fue a peor, me cambié por primera vez a un colegio público (el lenguitas del microcentro, no manden a sus hijos ahí). Mientras en las clases nos hablaban de igualdad de género, eramos 3 chicos y 29 chicas, y los otros dos chicos se volvieron mujeres trans. Fue en el auge de la ideología de género, la fobia a los heteros y la deshumanización del hombre. Como siempre fui muy alto para mi edad, parecía 4 años más viejo que mis compañeros, por lo que me daba verguenza estar con ellos en la calle o en cualquier lugar público y que la gente piense que soy un infiltrado, o alguien que repitió 3 veces. Además, insinuaban que era antisemita, homófobo y machista unicamente por ser un hombre blanco alto.
También tenía diferencias ideológicas con el colegio (los profesores eran claramente comunistas y kirchneristas), entonces solía boludearlos con preguntas incómodas como "por qué Perón estuvo con una de 14?" y así. Al final, me pusieron las 12 materias previas con TODOS lo temas por ese pequeño detalle (igual las saqué todas el año siguiente).
En ese año fue cuando comencé a pensar en el suicidio, y a filosofar de varias cosas. De hecho, sin saber nada de filosofía, formé un pensamiento similar al de Decartes y el nihilismo negativo, además de formar una personalidad extremadamente racional.
El año siguiente, 2022, me mudé a Belgrano, me cambié a un privado y le confesé a mi mamá que quería suicidarme, ella finalmente se despertó y llamó a un psicólogo y una psiquiatra. Desde Mayo de 2022 tomo medicación psiquiátrica, en Septiembre de ese mismo año me la aumentaron, puesto que me fui hasta las vías del tren cerca de la plaza Castelli con el deseo de suicidarme, pero me arrepentí. Lo más curioso es que no me arrepentí por considerar a mi familia, lo hice porque pensé en mis amigos de internet, me verían desconectado por años sin saber qué me pasó, además que me perdería muchísimas experiencias y madrugadas de juegos con ellos.
Por suerte, el año pasado hice amigos en el colegio, gente que también jugaba jueguitos. Esa gente me incluyó bien en su grupo y seguimos siendo buenos amigos, y me dieron una pequeña esperanza de que tal vez la vida no es tan una mierda como yo pensaba.
Ahora que ya me presenté, voy al grano: Siento que soy la única persona existente y que, al tener pensamientos, memoria y conciencia del pasado y del futuro, soy inmortal o existe una vida después de la muerte. Sin contar a mis amigos del colegio y algún que otro compañero/a, son unos simios bárbaros. Se la pasan tirando chicles, mandarinas, tutucas, uvas, gritando en la clase, haciendo ruidos fuertes, molestando a los demás, agarrando útiles agenos y tirándolos al piso... Yo tengo hiperacusia, por lo que los ruidos fuertes me joden una banda. El aula es intrabajable.
Mi viejo me ama y tiene una personalidad genial, pero yo lo trato para el culo. No le respondo los mensajes, nunca me quiero ver con él y simplemente le digo que no me rompa las bolas. No es porque él me haya hecho algo, simplemente no quiero formar más vínculos con nadie, ya tengo suficiente quebranto con mi mamá (vivimos peleados) y suficiente consuelo con mi hermana mayor (tiene vientipico y vive sola, la quiero mucho). Esto rompería mi principio de convertirme en un adulto autosustentable, pero quiero irme a vivir solo ni bien cumpla 18 después de terminar el secundario. No la banco a mi mamá, es irracional, tonta e ignorante.
No soportaría vivir con mi mamá 5 años más, ni con mi papá, pero tampoco sería capaz de vivir solo, se me cuelan dos cucarachas y una gotera y no sé que carajo hacer. Además, solo se cocinarme paty, fideos y huevo frito, no puedo vivir a base de eso.
El punto es que estoy deseando con ansias la muerte, la oportunidad de una muerte rápida e indolora. Lo único que me da felicidad es mi noble perro y jugar a la compu. Siento que mi mayor logro en la vida fue subir a esmeralda en el lol, y ni bien encuentre la oportunidad termino con todo esto.
No le conté nada de como me siento ahora a mi psicólogo porque me cae muy bien y no quiero lastimarlo, no quiero que sienta como que casi un año de terapia no sirvió para nada.

Soy menor de edad y últimamente he estado muy frustrada por temas familiares, no quiero dar muchos detalles igual y tampoco busco a alguien en específico que me quiera escuchar o no sé, solo me quiero desahogar un rato aquí.
Lo que pasa es que ayer en la noche hubo un problema con mi papá que me hizo odiarlo demasiado ya que parece que el prefiere cualquier otra cosa antes que a mí, me sentí tan mal que lo único en lo que pensé fue en destrozar toda cosa que alguna vez le regale, y eso hice, rompí fotos y un cuadro que yo le había regalado en el kinder y fotos con su novia (Que fue quien tuvo la culpa de todo esto) O no lo sé, pero parece. No pude dormir, estaba quizás enojada y asustada porque creí que llegaría y me regañaria aún que no me importa mucho, solo quería llorar de todas formas, eran como las 4 o 5 de la mañana y estuve esperando a que mis amigos o alguien me respondiera porque no sabía con quién acudir y cuando me respondieron ni siquiera parece que les importo, se lo tomaban como cualquier cosa y no se si se están desquitando por mi actitud que he tenido últimamente con ellos pero igual no pude evitar sentír tan feo, que yo siempre trato de estar para ellos y ellos ni siquiera les importa un poco lo que les cuento jsiwhqijw me siento tan mal, aún que se que no es responsabilidad de ellos aún así, no puedo evitar sentirme mal, no pude evitar querer buscar consuelo en alguien, me siento sola

Cuando era pequeño, vivía con mi madre y mis abuelos, y era una vida realmente alegre. Mi abuelo era mi figura paterna, por lo que nunca pedí un padre, pero siempre me preguntaba quién y cómo era mi padre real. Mi tío era como un amigo, además mis primos eran como hermanos. Esa era mi familia hasta que mi abuelo enfermó. Mi madre trabajaba en un Soriana y hacía todo lo posible para darme lo mejor que podía, mientras que mi abuelo cuidaba de mí. Incluso íbamos juntos a buscar a mi madre después de su trabajo. Con la enfermedad de mi abuelo, la familia comenzó a separarse lentamente. Mi tío empezó a consumir drogas dentro y fuera del hogar. Empezamos a ver ambientes agresivos en casa. Aunque mi abuelo era un hombre fuerte e intimidante, con la enfermedad no era tan imponente.
Un día, mi madre me dijo que conocería a mi padre y viviría con él por un tiempo. Prometió que nos veríamos pronto y lleno de felicidad, acepté. Mi madre me ayudó a hacer mis maletas, donde llevaba pocos juguetes, ropa, una mochila, fotos familiares y otras cosas. Cuando llegó mi padre, tuve algo de miedo por la idea de no ver a mi madre, pero al final me fui con él. Al llegar a casa, mi padre me presentó a "una amiga" a quien inocentemente traté como tal. Aunque vivíamos juntos los tres, se hizo ligeramente un ambiente familiar y agradable.
Mi padre me llevaba con mi madre una vez al mes durante un par de días. Durante los festivales del Día de las Madres, siempre esperaba ansioso y lleno de emoción ver a mi madre ese día, pero a cambio estaba esa "amiga" de mi padre, a quien él me obligó a llamar madre. Aún así, sentía dolor y lloraba en mi habitación ese día. Y no solo pasaba en el Día de las Madres, sino también en la mayoría de mis cumpleaños, Navidades, Años Nuevos y días festivos importantes.
Así fue durante tres años, hasta que un día, mientras estaba en camino a visitar a mi abuelo, mi padre estaba hablando por teléfono con mi madre sobre algo serio. Yo estaba emocionado por ver a mi abuelo en su cumpleaños, pero al llegar, me dieron la noticia de que había muerto de un infarto. Ese día, que sería lleno de felicidad, fue un día lleno de tristeza y dolor.
Poco a poco me acostumbré a la vida con mi padre, aunque había cosas que no me gustaban, como tener que ocultar que mi padre estaba con otra mujer y vivíamos juntos en la misma casa, y que me obligaba a llamarle madre. Los años pasaron y mi madre cuidaba de mi abuela enferma, hasta que un día falleció.
Mi padre y yo fuimos a darle consuelo y compañía, pero no sabíamos el plan malévolo de mi padre. Él comenzó de nuevo a estar con mi madre biológica a espaldas de mi madrastra, e incluso estaba con la esposa de uno de sus hermanos. Todo esto lo sabía de antemano, pero él me obligaba a guardar silencio, por lo que nunca lo hablé. A decir verdad, que mi padre estuviera de nuevo con mi madre era realmente una idea genial y buena, ya que siempre había soñado con una familia unida y junta, solo nosotros tres, sin nadie más.
Desde que falleció mi abuela, mi padre me llevaba más seguido con mi madre, incluso en cumpleaños, días festivos y otros eventos importantes. Para un joven de 13 años, era lo mejor, además de estar en la secundaria y hacer amigos. Tuve problemas con matemáticas, pero realmente fue culpa de la maestra y no mía, ya que después mejoré considerablemente mis notas.
Durante toda la secundaria, la relación entre mi madrastra y yo fue de mal a peor, llegando a peleas verbales y físicas. A pesar de todo, logré graduarme y continuar en la preparatoria, aunque cerca de la casa donde vivía con mi padre, lo que destruyó mis esperanzas de alejarme de esa situación. La relación con mi padre y mi madrastra empeoraba cada vez más, mientras que la comunicación con mi madre mejoraba, llegando a hablar incluso una hora al día antes de irme a la preparatoria.
Mi madre y yo acordamos que en el segundo semestre de la preparatoria pediría un cambio y me iría a vivir con ella, con o sin el permiso de mi padre. Sin embargo, ella aún no sabía sobre la relación secreta de mi padre con mi madrastra, pensaba que vivía solo con él y mis mascotas.
Todo escaló a insultos, agresiones y humillaciones por parte de mi madrastra hacia mí. Hubo una fuerte discusión que terminó con mi padre golpeándome con un cinturón, dejándome marcas en mi cuerpo. Después de eso, decidí irme de casa y vivir con mi madre, quien me apoyó y consoló.
Un día, mientras hablaba con mi padre por teléfono, él empezó a decir que estaba siendo manipulado por mi madre y que debía hacer la preparatoria en la misma escuela. Yo expliqué que no quería volver allí por motivos que no quería volver a interactuar con mi madrastra. Él me empezó a decir que era imbécil y que estaba siendo manipulado por mi madre. Esto provocó que yo explotara y le dijera toda la verdad. Le dije que él era el menos indicado para hablar de manipulación, cuando me había obligado a no contarle a mi madre sobre su relación con mi madrastra, cuando me había manipulado y metido miedo diciendo que me abandonaría si volvía a vivir con ella. Le dije que él nunca me había dicho que estaba orgulloso de mí, ni me había consolado cuando lloraba por las noches después de aguantar sus insultos y desprecios. Le dije que yo solo quería un mejor padre y que esperaba que realmente cumpliera su palabra de cambiar.
Mi padre, molesto, me dijo que me olvidara de él, que nunca había tenido un hijo y que yo no tenía padre. Me dijo que si él era un mal padre yo era un mal y hijo y realmente esto me deja pensando en las noches si realmente soy el malo? Si yo soy un mal hijo?

Platiqué con Fer un par de horas, se veía tan contento, mientras yo trataba de comportarme quieta, después dijo, oh, no hay despensa, debemos comprar, le dije feliz que sí, salimos en su auto, se veía tan cambiado, tenía tiempo que no me subía, los asientos se sentían diferente y el tablero se veía decorado, me sorprendió verlo así. llegamos al centro comercial y comenzamos a comprar las cosas, Fer siempre me compraba una caja de galletas, sabe que me encantan, pasamos por el pasillo y sin que yo le dijera en las metía al carrito, pero hoy fue distinto, pasamos por el mismo pasillo, esperaba que lo hiciera, pero no lo hizo, decidí meterlas yo al carrito.
Me distraje un par de minutos respondiendo un mensaje del trabajo y vi a Fer hablando con una mujer, la chica se veía bonita, tenía tacones y buenos atributos, no pude evitar sentir celos, me dio rabia, quería tomar a esa mujer por el cabello y arrastrarla, estaba con Fer, me acerqué y a él pareció no importarle, la mujer se presentó y Fer dijo, ella es Daniela una amiga, Daniela, esta es mi prima Carmen. Me sentí aliviada, que no me di cuenta de lo que Fer dijo, terminamos de comprar, pasamos a comprar algo de comida, comimos, no dijimos mucho, Fer estaba la mayor parte en el celular, las horas pasaron y eran cerca de las 8:00 pm.
Regrese a la habitación, me había dado cuenta de que no habíamos tenido intimidad y tal vez era una manera de aliviar mis celos, me di un baño, me perfume y me puse lencería, cerca de las 9:00 pm, Fer entró en la habitación, le pregunte si quería pasar la noche, me dijo que si, pero esperaba que se abalanzara sobre mí, pero en lugar de eso, prendió su consola de videojuegos, pronto pude darme cuenta de que estaba jugando COD, con varios amigos en línea. Decir que me sentí triste es quedarse corto. Sin embargo, me dio una idea.
Fer siempre me ha dicho que dé más joven su Waifu era Chun-li, la chica de Street Fighter, algunas veces lo vi viendo H de ella cuando aún estábamos en la universidad, entonces decidí sorprenderlo, pase la semana mientras trabajaba buscando disfraces de cosplay, ordene un paquete con el disfraz de Chun li, le dije a una amiga del trabajo que quería sorprender a mi novio, así que el paquete llegó a su casa, el viernes pedí permiso del trabajo para salir más temprano, cabe decir que planee todo esto en la semana y me quede 2 horas más desde el lunes hasta el jueves para cubrir el tiempo, mi jefe es comprensivo y me dio permiso, llegue a casa, me di un baño, me perfume, me puse mi perfume más romántico, baje la iluminación del cuarto, me puse mi disfraz y estuve impaciente a que llegara Fer, cuando escuche que había llegado me alegre, entro en la habitación y lo sorprendí con mi disfraz.
Se sorprendió al verme, pues sabe que nunca me han gustado esas cosas, pero quería impresionarlo, simplemente me dijo que me quedaba bien, le dije que tenía una sorpresa, que para averiguarlo tenía que quitarme el traje, lo dije en un tono sensual y sugerente, no esperaba lo que me dijo.
Simplemente me dijo, no gracias, en un instante, sentí que mi mundo se desmoronaba. Era como si una parte de mí se hubiera roto. La indiferencia en su tono y su falta de interés me golpearon como un puñetazo en el estómago. Me quedé paralizada, una sensación de vacío y tristeza me invadió, y no pude evitar que las lágrimas brotaran sin control.
Fue un llanto profundo y desgarrador, era como si se hubiera apagado una chispa en mi interior. La mirada de preocupación en el rostro de Fer al acercarse a mí me mostró que al menos él se había dado cuenta de mi dolor, pero ya nada parecía ser igual.
Me dejé caer sobre sus brazos, era la primera vez que me desmoronaba de esa manera. Mis sollozos llenaban la habitación, y mis lágrimas empapaban los brazos de Fer No quería soltarlo, necesitaba su apoyo más que nunca.
-Fer, por favor, dime... ¿Quién es tu cita? -pregunté entre lágrimas, rogando por respuestas. Pero Fer se mantuvo en silencio, ofreciéndome consuelo con su presencia serena. Mis preguntas salían una tras otra, cargadas de angustia y dolor: - ¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¿La amas? ¿Qué nos diferencia?
Su mirada hacia mí fue discreta, como si mis preguntas lo tomaran por sorpresa. Pero su respuesta, o más bien la falta de ella, fue una herida aún más profunda. -Dime, Fer. - continué entre lágrimas. -Teníamos un acuerdo. Si la amas más que a mí, entonces ya no tiene sentido que viva contigo.
No esperaba lo que me dijo, no tengo ninguna cita ni salgo con nadie, ¿Qué? te ves tan feliz en los últimos meses y esas chicas de tus fotos, tus salidas nocturnas, que llegues tarde, los fines de semana. Procedió a explicarme que mi decisión de abrir la relación le dolió, que en pocas palabras tome la decisión por los 2, pero aceptó verme feliz con Dom, lo que le dolió más fue verme con Frank, el mismo amigo de Ben que le dijo cosas y lo hizo sentir mal. Me explico que llegaba tarde a casa porque había retomado sus entrenamientos de Kick Box, retomó su contacto con sus amigos fanáticos del anime y del gaming, me dijo que el fin de semana que estuve en casa de mis padres, él estaba en un torneo de kick box, donde sacó segundo lugar, me dijo que él ya tenía esos pasatiempos antes, pero desde que me conoció y acepté ser su novia, había priorizado salir conmigo antes que sus gustos porque yo le gustaba más. Le pregunte sobre las vacaciones, simplemente me dijo, que esa decisión mía le afecto bastante y que dejo de considerarme su novia, ahora simplemente me veía como una buena amiga, por eso no podía decir que era un viaje para parejas.
También me recordó que yo no había pagado la renta ni la luz, solo una vez, el no quiso presionarme porque sabía que apenas empezaba a trabajar y no ganaba mucho, en ese momento las palabras de Fer me quitaron la venda de los ojos, llore mucho, me di cuenta de mi error, era una tonta, no me había dado cuenta de que siempre he sido una perra egoísta con él, le pide perdón, le dije que debí haber intervenido cuando Ben lo estaba molestando, me di cuenta de que no debí culparlo por no recoger mi paquete y más aún por haberlo obligado a verme con otros hombres.
Charlamos durante un par de horas, le pedí una segunda oportunidad, me dijo que si bien aún me quiere ya no me ama, le suplique que volviéramos a intentarlo, al principio no quería, sabía que no sentía lo mismo que hace, finalmente me dio una esperanza, me dijo que necesitábamos terapia, individual, me dijo que yo necesitaba reavivar esa chispa en él, aun me quiere, pero no me ama y sé que debo trabajar en eso.
Actualmente estoy en terapia donde me di cuenta de que ambos cometimos errores, la terapeuta me recomendó desahogarme con otras personas, como un proceso para aprender a escuchar y aceptar opiniones, sin que sean conocidos míos. Sigo viviendo con Fer, pues no puedo darme el lujo de pagar un departamento más grande, he intentado acercarme poco a poco a Fer, salimos como amigos, pero yo aun lo considero mi novio y sé que no debí lastimarlo, estoy dispuesta a escuchar consejos para recuperarlo, lo amo y no quiero perderlo.
¿Que puedo hacer? ¿Chicos que consejo me dan? ¿Chicas que consejo me dan? Gracias y de verdad espero de todo corazón que me ayuden. De verdad me arrepiento de haberlo hecho.
Edit, ya publique en otros temas de reddit, pero necesito escuchar muchos consejos. Se que Fer no me merece y estoy dispuesta a cambiar

Platiqué con Fer un par de horas, se veía tan contento, mientras yo trataba de comportarme quieta, después dijo, oh, no hay despensa, debemos comprar, le dije feliz que sí, salimos en su auto, se veía tan cambiado, tenía tiempo que no me subía, los asientos se sentían diferente y el tablero se veía decorado, me sorprendió verlo así. llegamos al centro comercial y comenzamos a comprar las cosas, Fer siempre me compraba una caja de galletas, sabe que me encantan, pasamos por el pasillo y sin que yo le dijera en las metía al carrito, pero hoy fue distinto, pasamos por el mismo pasillo, esperaba que lo hiciera, pero no lo hizo, decidí meterlas yo al carrito.
Me distraje un par de minutos respondiendo un mensaje del trabajo y vi a Fer hablando con una mujer, la chica se veía bonita, tenía tacones y buenos atributos, no pude evitar sentir celos, me dio rabia, quería tomar a esa mujer por el cabello y arrastrarla, estaba con Fer, me acerqué y a él pareció no importarle, la mujer se presentó y Fer dijo, ella es Daniela una amiga, Daniela, esta es mi prima Carmen. Me sentí aliviada, que no me di cuenta de lo que Fer dijo, terminamos de comprar, pasamos a comprar algo de comida, comimos, no dijimos mucho, Fer estaba la mayor parte en el celular, las horas pasaron y eran cerca de las 8:00 pm.
Regrese a la habitación, me había dado cuenta de que no habíamos tenido intimidad y tal vez era una manera de aliviar mis celos, me di un baño, me perfume y me puse lencería, cerca de las 9:00 pm, Fer entró en la habitación, le pregunte si quería pasar la noche, me dijo que si, pero esperaba que se abalanzara sobre mí, pero en lugar de eso, prendió su consola de videojuegos, pronto pude darme cuenta de que estaba jugando COD, con varios amigos en línea. Decir que me sentí triste es quedarse corto. Sin embargo, me dio una idea.
Fer siempre me ha dicho que dé más joven su Waifu era Chun-li, la chica de Street Fighter, algunas veces lo vi viendo H de ella cuando aún estábamos en la universidad, entonces decidí sorprenderlo, pase la semana mientras trabajaba buscando disfraces de cosplay, ordene un paquete con el disfraz de Chun li, le dije a una amiga del trabajo que quería sorprender a mi novio, así que el paquete llegó a su casa, el viernes pedí permiso del trabajo para salir más temprano, cabe decir que planee todo esto en la semana y me quede 2 horas más desde el lunes hasta el jueves para cubrir el tiempo, mi jefe es comprensivo y me dio permiso, llegue a casa, me di un baño, me perfume, me puse mi perfume más romántico, baje la iluminación del cuarto, me puse mi disfraz y estuve impaciente a que llegara Fer, cuando escuche que había llegado me alegre, entro en la habitación y lo sorprendí con mi disfraz.
Se sorprendió al verme, pues sabe que nunca me han gustado esas cosas, pero quería impresionarlo, simplemente me dijo que me quedaba bien, le dije que tenía una sorpresa, que para averiguarlo tenía que quitarme el traje, lo dije en un tono sensual y sugerente, no esperaba lo que me dijo.
Simplemente me dijo, no gracias, en un instante, sentí que mi mundo se desmoronaba. Era como si una parte de mí se hubiera roto. La indiferencia en su tono y su falta de interés me golpearon como un puñetazo en el estómago. Me quedé paralizada, una sensación de vacío y tristeza me invadió, y no pude evitar que las lágrimas brotaran sin control.
Fue un llanto profundo y desgarrador, era como si se hubiera apagado una chispa en mi interior. La mirada de preocupación en el rostro de Fer al acercarse a mí me mostró que al menos él se había dado cuenta de mi dolor, pero ya nada parecía ser igual.
Me dejé caer sobre sus brazos, era la primera vez que me desmoronaba de esa manera. Mis sollozos llenaban la habitación, y mis lágrimas empapaban los brazos de Fer No quería soltarlo, necesitaba su apoyo más que nunca.
-Fer, por favor, dime... ¿Quién es tu cita? -pregunté entre lágrimas, rogando por respuestas. Pero Fer se mantuvo en silencio, ofreciéndome consuelo con su presencia serena. Mis preguntas salían una tras otra, cargadas de angustia y dolor: - ¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¿La amas? ¿Qué nos diferencia?
Su mirada hacia mí fue discreta, como si mis preguntas lo tomaran por sorpresa. Pero su respuesta, o más bien la falta de ella, fue una herida aún más profunda. -Dime, Fer. - continué entre lágrimas. -Teníamos un acuerdo. Si la amas más que a mí, entonces ya no tiene sentido que viva contigo.
No esperaba lo que me dijo, no tengo ninguna cita ni salgo con nadie, ¿Qué? te ves tan feliz en los últimos meses y esas chicas de tus fotos, tus salidas nocturnas, que llegues tarde, los fines de semana. Procedió a explicarme que mi decisión de abrir la relación le dolió, que en pocas palabras tome la decisión por los 2, pero aceptó verme feliz con Dom, lo que le dolió más fue verme con Frank, el mismo amigo de Ben que le dijo cosas y lo hizo sentir mal. Me explico que llegaba tarde a casa porque había retomado sus entrenamientos de Kick Box, retomó su contacto con sus amigos fanáticos del anime y del gaming, me dijo que el fin de semana que estuve en casa de mis padres, él estaba en un torneo de kick box, donde sacó segundo lugar, me dijo que él ya tenía esos pasatiempos antes, pero desde que me conoció y acepté ser su novia, había priorizado salir conmigo antes que sus gustos porque yo le gustaba más. Le pregunte sobre las vacaciones, simplemente me dijo, que esa decisión mía le afecto bastante y que dejo de considerarme su novia, ahora simplemente me veía como una buena amiga, por eso no podía decir que era un viaje para parejas.
También me recordó que yo no había pagado la renta ni la luz, solo una vez, el no quiso presionarme porque sabía que apenas empezaba a trabajar y no ganaba mucho, en ese momento las palabras de Fer me quitaron la venda de los ojos, llore mucho, me di cuenta de mi error, era una tonta, no me había dado cuenta de que siempre he sido una perra egoísta con él, le pide perdón, le dije que debí haber intervenido cuando Ben lo estaba molestando, me di cuenta de que no debí culparlo por no recoger mi paquete y más aún por haberlo obligado a verme con otros hombres.
Charlamos durante un par de horas, le pedí una segunda oportunidad, me dijo que si bien aún me quiere ya no me ama, le suplique que volviéramos a intentarlo, al principio no quería, sabía que no sentía lo mismo que hace, finalmente me dio una esperanza, me dijo que necesitábamos terapia, individual, me dijo que yo necesitaba reavivar esa chispa en él, aun me quiere, pero no me ama y sé que debo trabajar en eso.
Actualmente estoy en terapia donde me di cuenta de que ambos cometimos errores, la terapeuta me recomendó desahogarme con otras personas, como un proceso para aprender a escuchar y aceptar opiniones, sin que sean conocidos míos. Sigo viviendo con Fer, pues no puedo darme el lujo de pagar un departamento más grande, he intentado acercarme poco a poco a Fer, salimos como amigos, pero yo aun lo considero mi novio y sé que no debí lastimarlo, estoy dispuesta a escuchar consejos para recuperarlo, lo amo y no quiero perderlo.
¿Que puedo hacer? ¿Chicos que consejo me dan? ¿Chicas que consejo me dan? Gracias y de verdad espero de todo corazón que me ayuden. De verdad me arrepiento de haberlo hecho.

Hola a todos, tal vez esto les pase a varios hace poco menos de un año me compré una cámara de fotografía (por capricho) a lo cual disfrute tomar fotografías (un nuevo hobby) disfrute tanto que se lo mostré a mi familia (soy un hombre adulto (36)) a mi esposa, hijo y madre pero solo recibí comentarios neutros??? No se cómo expresarlos ( a esta bonito, o mmm que bien, ora toma bien las fotos) algunos como esos, con expresiones no de desacuerdo sino de algo como me da igual, siendo que cuando ellos querían algo o intentaban algo siempre estube para apoyarlos y motivarlos a seguir o en su caso a darles consuelo si decidían dejarlo, en fin es por eso que abro está comunidad para que muestren sus gustos si Serca de ustedes no hay alguien que los motive tal vez es aquí aya alguien con la misma pasión y pueda ayudarlos a seguir y sientan ese empujón que necesitan